Por su cercanía con Ciudad de México –un trayecto de dos horas–, Toluca es uno de los destinos favoritos para visitar un fin de semana. La capital del Estado de México se caracteriza por su desarrollo industrial. Sin embargo, el centro y sus alrededores están llenos de vida cultural y atractivos naturales, tal es el caso del Nevado de Toluca, el Centro Ceremonial Otomí de Temoaya y el Cosmovitral que decora el Jardín Botánico.

La vida social se concentra en el centro de Toluca, donde están la Plaza de los Mártires y los portales, estos últimos considerados como los más largos de México con 120 arcos distribuidos en tres secciones: 20 de noviembre, Madero y Reforma. Éste es el mejor sitio para comprar artesanías como el árbol de la vida hecho en Metepec, bordados mazahuas, tapetes de Temoaya y muebles de madera tallados en San Pedro Tultepec. Además, concentran un buen número de restaurantes para comer chorizo verde y rojo –típicos de la región– y beber “mosquito”, un licor de naranja.

Para convivir con la naturaleza dentro de la ciudad se puede navegar el lago del Zoológico de Zacango, respirar aire puro en el parque Matlazincas y hacer una carne asada mientras se contempla todo el valle de Toluca. También adentrarse al Jardín Botánico Cosmovitral que cuenta con 400 especies de plantas y alberga el vitral más grande del mundo que ocupa todos sus ventanales y representa la relación del hombre con el universo y su actividad a lo largo de la historia.

A menos de dos horas de Toluca está otra maravilla natural destacada del Estado de México: el extinto volcán Nevado de Toluca, donde todos los viajeros desean tomarse una fotografía entre sus nueve picos y sus dos lagunas turquesas. El paisaje es más atractivo cuando está nevado, fenómeno que sucede en invierno.